martes, agosto 01, 2006

Tutanka

En la casa del faraón la cosa es así: una vez que uno se va, un pelado de gorrita y camperón entra para controlar que nadie se haya hecho amigo de lo ajeno. una vez que lo confirma, grita "tooodo", y las puertas de la pirámide se abren. una vez que uno se fue, recuerda que sólo pagó $65 y ya, se caga de la risa.