martes, setiembre 12, 2006

Paradoja

Misterios de la antropología, parte I.

¿Cómo alguien, hombre por defecto, puede comprometerse tanto con su propio pito como para abandonar el calor de su alcoba a las dos de la mañana tan solo para entrar en una web porno de enanos en la que ni siquiera uno es negro?