lunes, julio 24, 2006

Menudencias

1. Un borracho estaba tendido en el medio de la plaza a la una de la noche y un amigo suyo al pasar le dijo:
-¿Qué haces? ¿Por qué no entras en tu casa?
-Pues eso voy a hacer, majadero-, respondió el borracho; pero como la plaza da vueltas, estoy esperando a que mi puerta pase.

2. ¿Cuál es el colmo de un carnicero?
-Hacer de tripas corazón.

3. Nuestro presente ejemplar. Debido a carecer en el momento del papel que estilábamos; nos vemos obligados a presentar este ejemplar de nuestra revista más pobremente vestido que de costumbre.

Disculpad, buenos lectores.

Nuestro secretario de reparto y cobranza, que es un muchacho listo, esclamó al saber esto: ¡la gente al ver a "Albores" en esa decadencia es fácil que piensen que la pobre revista está por "estirar la pata"!

-No importa: -le respondemos:-mientras subsistan los buenos favorecedores con que cuenta hoy, "albores" gozará de perfecta salud.

Sección Humor y Editoriales de la revista cultural Albores, 1918.

miércoles, julio 19, 2006

Shrink

deseo y decepción

fantasía y realidad

destellos y felicidad

suerte

(en ese orden)

martes, julio 18, 2006

Joven

La ciudad
es casa de todos,
y es causa de todos
su casa cuidar.

¿Cómo hacerlo?
Fácil la respuesta:
tirando basura en los tachos
que para eso están...

Lecciones de urbanidad. Intendencia Municipal de Salto.

J. le pone la melodía del jingle de los chorizos extra cativelli (aquel que decía que en la parrilla no pueden faltar).

lunes, julio 17, 2006

El gran Dogbert

soy un tipo alegre, dice Dogbert.

(también sos el uno, amistá).

Radiochicas

M. y M. veían La marcha de los pingüinos.

La rubia tarada, en pleno ataque de inmundicia, me llamó con el índice.

¿Podés venir?

Cada vez que tocás el asiento con la punta de los zapatos lo hacés retumbar; dejá de hacerlo.

Ok.

¿Qué te dijo?, pregunta M. a M.

No sé, te juro que no sé, responde M.

(Sobre los desbordes de texto al contexto)

Cada pareja tiene sus rituales.

Una fila hacia adelante empezaron los movimientos espasmódicos, las contorsiones en la butaca, el horror, el horror...

Tanto amenazó ella que él se olvidó de mirar cómo se pasaban el huevo los pingüinos y empezó a proteger los suyos. La mierda lo iba a salpicar enseguida.

Los conozco a los dos. Ellos hicieron como que no, pero yo los conozco.

Sé, por ejemplo, que empezaron a noviar porque uno pensaba que el otro era maravilloso cuando nadie más lo creía.

Y resulta que juntos son más desagradables que nunca.

¡Qué pobres!, diría la divina A.

viernes, julio 14, 2006

Pobre Luisito

“El mozo coge impresionante. Es un rey chupando la concha”.

Baño del Tasende.